Resort de cinco estrellas en el que potenciamos la óptima orientación de la parcela al adaptarnos a una topografía casi plana para dotar de vistas al mar a todas las habitaciones.
El complejo se articula en torno al lobby, que se conecta con el edificio central, los restaurantes, el comedor principal y las actividades de ocio (piscinas, zonas ajardinadas, bar y pabellón de bodas). Asimismo, destacan los senderos que rodean todo el conjunto, las plazas o la gran fuente de piedra negra autóctona como elementos de reconocimiento a la belleza natural del entorno.