Horus reúne muchas de las características de la arquitectura clásica de los pueblos costeros andaluces, como la sencillez de líneas, el color blanco y la apertura al exterior (especialmente patente en la amplitud de sus terrazas), pero lo hace desde una perspectiva moderna que le aporta personalidad propia.
Para su disposición se plantean cuatro bloques con una altura máxima de planta baja + 4 + ático que conforman una gran “U” abierta a la playa, de forma que se posibiliten tanto la luminosidad como la orientación al mar.