A orillas del Golfo Pérsico planteamos un proyecto que integra espacios de uso residencial, oficinas, un hotel y zonas de ocio (como restaurantes, comercios y zonas deportivas), asemejándolo a una pequeña ciudad. Para dotar de homogeneidad al conjunto y darle un aspecto más “marítimo”, se opta por un mismo hilo conductor estético para todas las edificaciones: las estructuras de formas ondulantes les otorgan sensación de movimiento y dinamismo, y las grandes cristaleras logran amplificar aún más las dimensiones del proyecto.