El complejo se estructura en torno a un eje central que marca la dirección a La Meca, de manera que el acceso al edificio principal de oración se realiza a través de un patio flanqueado por dos volúmenes menores que albergan las salas de abluciones y el apartamento del Imán. En la fachada se plantea la alternancia de paños opacos verticales y huecos cubiertos por celosías de GRC para posibilitar el paso de la luz natural al interior de la edificación.