Alejandro Pérez, socio fundador de HCP junto a Javier Higuera, ha pasado por los micrófonos de Proyectar el Futuro (un programa digital especializado en el sector inmobiliario en general, y en arquitectura en particular) para hablar sobre creación de marca, organización de proyectos o nuevas tendencias constructivas.
Durante más de una hora, la entrevista ha abordado temas muy diversos. Empezando por nuestra experiencia a lo largo de casi 40 años, que incluye el desarrollo de más de 3.000 proyectos en más de 30 países y la apertura de diversas oficinas nacionales (Málaga, Madrid y Sevilla) e internacionales (actualmente, Argelia y Baréin), Alejandro Pérez habló sobre los inicios de HCP: “Ya por aquellos entonces teníamos claro que arquitectura e ingeniería debían ir de la mano”.
Más allá de estar “en el sitio adecuado y en el momento adecuado”, como explica Alejandro Pérez en la entrevista, la filosofía empresarial con la que nació HCP también ha tenido mucho que ver con el crecimiento del estudio. “Introdujimos un criterio que posteriormente se ha ido implantando cada vez más: poner al cliente como elemento fundamental dentro del proceso de trabajo”. En ese sentido, Alejandro Pérez explica que HCP planteó una forma totalmente diferente de trabajar con respecto a cómo se orientaba la arquitectura en los años 80: “Entonces había un cierto “endiosamiento” de los arquitectos e incluso cierto “rechazo” hacia algunas tipologías arquitectónicas como la arquitectura residencial, en la que nosotros estamos especializados, porque se consideraba que en ella primaba la economía por encima de la arquitectura. Nosotros estamos convencidos de que eso no está reñido con hacer buena arquitectura y, de hecho, ese concepto ha ido cambiado”.
La filosofía del “customer centric” ha sido uno de los temas centrales en los que se ha basado la entrevista de Alejandro Pérez en Proyectar el Futuro: “Nosotros siempre hemos sido despacho de arquitectura y de ingeniería, dando un servicio completo. Esto permitía mayor agilidad en la redacción, un control económico mejor y que el cliente se sintiera más cómodo y satisfecho. Esa filosofía fue la que nos hizo crecer poco a poco”. Como señala Alejandro, fue precisamente esa diferenciación la que permitió a HCP empezar a trabajar en otros países donde esta forma de organización y aglutinación de servicios estaba más implementada que en España.
Otro aspecto que tampoco estaba desarrollado en la arquitectura cuando nació HCP era la generación de marca. Alejandro Pérez comenta lo siguiente al respecto: “El arquitecto como figura representante de un estudio está muy implementado en España. Nosotros huimos de eso y desde un principio quisimos ser HCP, una empresa de arquitectura en la que hay muchas personas detrás, que aportan valor. Eso nos permite generar marca y que el día que los socios no estemos, la marca perdure”. Esta concepción de nuestro estudio fue totalmente novedosa en el sector y un punto más de diferenciación de HCP.
Alejandro Pérez también ha querido compartir con los oyentes de Proyectar el Futuro cómo trabajamos la gestión de equipos y la generación de cultura corporativa. “Por HCP han pasado más de 600 personas y muchas de ellas siguen siendo amigas nuestras, lo que nos hace sentir muy orgullosos. Queremos que exista mucha intercomunicación entre todos los equipos, que la comunicación con los socios sea muy directa y que todo el mundo se sienta cómodo y esté informado de lo que hacemos, dentro de lo posible”.
La entrevista completa, en la que Alejandro Pérez también habló sobre la internacionalización de nuestra marca, la naturaleza cíclica del sector, los márgenes de rentabilidad de los proyectos o las exigencias de la profesión, está disponible tanto en la web de Proyectar el Futuro como en Apple Podcast y en Spotify.
Desde aquí queremos dar las gracias a Proyectar el Futuro (y, especialmente, a Jesús Rodríguez y Daniel Rincón de la Vega) por contar con Alejandro Pérez y con HCP para charlar sobre arquitectura desde un punto de vista diferente, centrado en el negocio y gestión empresarial. ¡Ha sido un auténtico placer!