En la última edición de Vida Económica, nuestro socio y director técnico, Mario Romero, comparte una reflexión que resume a la perfección quiénes somos en HCP y qué nos ha traído hasta aquí: «Málaga es una oportunidad inagotable; es imposible entender HCP sin ella».
No es una frase casual. Es el hilo conductor de más de tres décadas de evolución, crecimiento e identidad. Es la confirmación de que nuestro origen explica nuestra forma de trabajar, de mirar los proyectos y de relacionarnos con clientes y colaboradores.
La ciudad que nos vio nacer, la visión que nos impulsa
HCP nació en Málaga hace más de 30 años con un propósito claro: poner el foco en la esencia auténtica de la arquitectura —la belleza, la firmeza y la utilidad— con una visión honesta y alejada del protagonismo habitual del sector. Esa esencia sigue guiando cada paso que damos.
Como recuerda Romero, Málaga no es simplemente un punto geográfico; es una manera de entender la arquitectura: cercana, rigurosa, emprendedora y conectada con la realidad de las personas. Nuestro crecimiento internacional —con proyectos en Oriente Medio, Europa y Australia— no ha diluido esa identidad. Al contrario, la ha reforzado.
Hemos avanzado globalmente sin perder de vista nuestros orígenes, tal y como recoge nuestro ideario: “Avanzamos globalmente mirando a nuestros orígenes.”
Tecnología, rigor y una evolución consciente
En la entrevista, Romero repasa también cómo hemos evolucionado tecnológicamente, pasando de procesos tradicionales al trabajo colaborativo en entorno BIM. Esta transición no responde a una moda, sino a una necesidad: hacer los proyectos más fiables, precisos y coordinados.
Pero en HCP la tecnología nunca es un fin. Es una herramienta que nos permite ser más eficaces y responder con rigor, uno de los valores clave de nuestra identidad de marca: exigencia, precisión y eficacia.
Ese rigor se refleja en cómo entendemos cada proyecto: desde el antes, durante y después. Nuestro posicionamiento lo define claramente: “Somos la consultora de arquitectura e ingeniería que ofrece una fiabilidad integral desde el inicio hasta la entrega de cada proyecto.”
El valor de un equipo que hace posible lo imposible
Mario también pone en valor un aspecto esencial de HCP: nuestro equipo. Personas que llevan años —incluso décadas— creciendo junto a nosotros y formando una cultura común basada en la honestidad, la colaboración y la vocación de servicio.
Ese espíritu colectivo es lo que nos permite afrontar proyectos complejos, adaptarnos a contextos internacionales diversos y mantener una misma forma de entender la arquitectura, esté donde esté el proyecto.
Nuestro crecimiento global no sería posible sin ese equipo que encarna nuestros valores: conocimiento, eficacia, compromiso y relevancia.
Una arquitectura que no pierde su propósito
Uno de los mensajes más potentes de Romero es la idea de que la arquitectura debe mantener su propósito original: crear espacios útiles, bellos y firmes que respondan a las necesidades reales de las personas. No hablamos de tendencias pasajeras ni de conceptos difíciles de sostener; hablamos de principios. Por eso nuestra idea de marca es tan clara: “Arquitectura con principios.”
Para nosotros, cada proyecto es el verdadero cliente. Cada obra debe hablar por sí misma, trascender y aportar valor más allá de nosotros mismos.
Raíces firmes para seguir creciendo
El artículo de Vida Económica no solo celebra la trayectoria de Mario Romero, sino también la evolución de HCP: un estudio que nació en Málaga, creció hacia el mundo y sigue manteniendo intacta la esencia que le dio sentido desde el principio.
Somos arquitectura e ingeniería, sí. Pero sobre todo, somos equipo, rigor y propósito. Y ese propósito se refleja en cada línea del artículo y en cada proyecto que desarrollamos: hacer arquitectura con principios, con raíces y con visión global.
